El Coronavirus y el Clima, Han Golpeado Más Fuertemente a las Comunidades de Color
Hemos examinado la información de Detroit, MI
Por J. Mijin Cha, Marcela Mulholland, Julian Brave NoiseCat
Traductor: Pedro Martí
A lo largo de todo el país, las comunidades al frente de la batalla, que históricamente han soportado el peso de la pobreza y la contaminación, están siendo desproporcionadamente impactadas por la pandemia del coronavirus. Estas comunidades experimentan antes y peor los impactos del cambio climático. Y sin embargo, cuentan con la menor cantidad de recursos para encararlos. De manera similar, estas comunidades están siendo golpeadas mucho más por el coronavirus. Y como resultado de décadas de injusticia ambiental a la vez de injusta des-inversión, están menos preparadas para manejar la despiadada agresión pandémica. La pandemia del coronavirus dolorosamente está dejando al desnudo que la actual crisis de salud pública no puede ser separada de la ya longeva crisis de desigualdad e injusticia ambiental que muchas comunidades a lo largo del país tuvieron mucho antes que el coronavirus alcanzara los titulares de los medios. Cualquier intento de mitigar el impacto del coronavirus debe tomar en cuenta su intersección con el ambiente y la justicia económica.
Démosle un vistazo a Detroit, MI. Una ciudad que se espera sea el próximo foco del coronavirus y con uno de los peores niveles de contaminación del país. Para comenzar, hay 7.736 casos del virus sólo en Detroit. Lo que es más de la mitad del total del condado Wayne, el cual cuenta sólo con el 38,5% de su población. Esta situación en Detroit, ha estado inflando tanto las disparidades raciales de muertes, como de infectados de todo Michigan. Mientras que únicamente el 14% de Michigan es habitado por residentes negros, ellos son el 33% de sus infectados y el 40% de los decesos totales.
Esta crisis de salud pública, no puede separarse de las penurias económicas de Detroit. La ciudad es 78,6% negra con una mediana de ingreso por hogar de $29.481. Comparativamente, el condado Wayne, dentro del cual está inserto Detroit, es 38,8% negro con una mediana de ingreso por hogar de $45.321. Inversamente, la cobertura del seguro de salud es mucho menor en la ciudad que en el condado. Pero observando los problemas económicos y de salud pública, todavía no se describe a plenitud toda la historia.
Investigaciones emergentes han determinado una relación entre contaminación atmosférica y letalidad del coronavirus. Estos descubrimientos son consistentes con la realidad vivida en el suelo de Detroit, en donde las comunidades que han sido devastadas por la contaminación atmosférica y la falta de acceso al agua potable, son golpeadas desproporcionadamente por el coronavirus. Para empeorar la situación, todos estos factores existen dentro del contexto de la vulnerabilidad a la crisis del cambio climático. La ciudad es clasificada como de “alto riesgo y baja preparación” por La Universidad de Notre Dame en su Evaluación de Adaptación Urbana. Estas condiciones dejan claro que las mismas comunidades que son más vulnerables a la contaminación, desigualdad y calentamiento global son también impactadas por el coronavirus. Esta realidad empírica, debería modelar las decisiones de quienes implementan las políticas públicas.
Detroit, y comunidades similares a lo largo del país, eran ya más vulnerables antes del coronavirus. La pandemia sólo expone qué tan profundamente ocurren estas vulnerabilidades. Al encarar la siguiente fase para optar por fondos para el estímulo económico, comunidades al frente de la crisis de salud, como Detroit deben ser prioritarias no sólo para el alivio que mitiga la caída económica causada por el coronavirus, sino también para destacar su legado histórico de injusticia ambiental y desigualdad económica. Un componente crucial al identificar dónde invertir, es el de recabar información para entender cuáles comunidades soportan la carga y cómo. Una herramienta para recabar información como CallEnviroScreen, mostraría cuáles comunidades son las de mayor riesgo. Entonces estas comunidades deberían ser prioritarias para la inversión. Tal alivio podría tomar la forma de un estímulo verde – soporte de comunidades como Detroit– para invertir en proyectos como la reparación de la infraestructura que suministra agua potable, transporte público y estaciones de recarga de vehículos eléctricos; así como actualización de plantas de suministro de energía masiva e instalación y expansión de energía limpia. Los responsables por estas políticas, deben también incentivar industrias que instalen filtros en las chimeneas mientras implementan medidas más severas contra aquellas plantas que no cumplan con los estándares de contaminación. Haciendo esto, se sembrarán las semillas de un futuro más justo, una mejor salud y una mejor economía para todos los habitantes de Detroit. Mientras encaramos la actual pandemia del coronavirus, debemos resistir la tentación de concebir al virus como algo único, o un tópico separado. Más bien debemos reconocer el amplio contexto ambiental y económico en el cual ocurre el coronavirus. Las comunidades más afectadas por el virus, como Detroit, han estado luchando contra los problemas de injusticia de salud pública, económica y ambiental mucho antes de la pandemia. Cualquier paquete de alivio debido al coronavirus debe reconocer estas intersecciones y proponer soluciones que cumplan con la escala y alcance de las crisis que enfrentan las comunidades en la primera línea de batalla.
J. Mijin Cha es un Senior at Data for Progress
Marcela Mulholland es Deputy Director for Climate at Data for Progress
Julian Brave NoiseCat es Vice President of Policy & Strategy at Data for Progress